por Dr. Darsi Ferrer
La Habana. La policía política del régimen de la Habana impidió, el pasado 29 de octubre de 2010, la celebración del segundo encuentro académico convocado en el marco de la iniciativa independiente Consenso Cívico. Para el desarrollo del evento se había planificado una conferencia sobre los pactos de derechos humanos de las Naciones Unidas, seguida de un debate del tema abierto a todos los presentes. En dicha actividad estaban invitados a participar el abogado Wilfredo Vallín, como conferencista, y una treintena de miembros de la sociedad civil, además de algunos diplomáticos acreditados en Cuba.
Desde horas tempranas del citado día la seguridad del estado montó un operativo con decenas de efectivos vestidos de civil y el apoyo de varios carros patrulleros, apostados en las cercanías de la sede donde se iba a realizar el evento académico; la casa de la Sra. Aida Valdés Santana, sita en Neptuno 1055, en el barrio Cayo Hueso, municipio Centro Habana.
Con total impunidad y desprecio por las libertades y derechos de los cubanos, el proceder de los militares consistió en detener a todas las personas que transitaban por la barriada, exigirles identificación y a los miembros de la sociedad civil les ordenaban que retornaran y se alejaran del lugar, sin más explicación.
Como en ocasiones anteriores, a mí no me molestaron y pude llegar al sitio de la actividad sin ningún contratiempo. Igual situación presentó el abogado René López y dos funcionarios de la Oficina de Intereses de los EEUU, que respondieron a la invitación de Consenso con su presencia. Desde el balcón del inmueble pudimos observar la arbitrariedad de los oficiales de la seguridad del estado, hostigando a decenas de personas que circulaban por la calle y a los amigos convocados al encuentro.
A los militares el guión represivo les funcionó hasta que se toparon con los líderes dentro de la sociedad política y de la sociedad civil Manuel Cuesta Morúa, Leonardo Calvo Cárdenas y Juan Antonio Madrazo Luna. Estos exigieron las razones por las que les pretendían prohibir la asistencia a la actividad académica. Situación que se complicó aún más cuando bajé y juntos reclamamos respeto a nuestro derecho de reunirnos libremente. La Sra. Aida Valdés también se sumó al grupo, en protesta ante la injustificada arbitrariedad.
Es adecuado resaltar que Cuba disfruta de su condición de miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y que el gobierno cubano firmó los Pactos de Derechos Políticos y Civiles; y Económicos, Sociales y Culturales el 28 de febrero de 2008. Esos documentos eran los mismos que pretendíamos debatir en el encuentro académico, motivo por el que terminamos siendo arrestados y vejados nuestros derechos y garantías ciudadanas.
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