miércoles, 10 de noviembre de 2010

Declaración de apoyo a la demanda de las Damas de Blanco


La Habana, Cuba

5 de noviembre de 2010


¨Declaración de apoyo a la demanda de las Damas de Blanco¨


A escasas 48 horas de que se cumpla el plazo de los cuatro meses fijados para la excarcelación de todos los presos de conciencia, los miembros de la sociedad civil promotores de Consenso Cívico y los integrantes de la Mesa Coordinadora de Nuevo País, ofrecemos nuestro total apoyo a la justa demanda de las Damas de Blanco, que pide a las autoridades del gobierno cubano, a la jerarquía de la Iglesia Católica y al gobierno español, no desconocer el compromiso que asumieron en esta dirección.


El proceso de diálogo establecido entre estos interlocutores muestra como resultado la excarcelación de los presos que han aceptado la salida del país. Esperamos que no se detenga este proceso y que incluya a aquellos que han decidido permanecer en Cuba.


Por su parte, el gobierno cubano debe asumir su responsabilidad ante el momento histórico que vive la sociedad cubana, lo que exige dar pasos serios en correspondencia con los requerimientos de la realidad nacional. En ese sentido, no basta con la excarcelación de todos los presos de conciencia; es necesario además el otorgamiento pleno de su libertad a través de los recursos legales vigentes.


La comunidad internacional tiene la oportunidad de acompañar ahora mismo a la sociedad cubana en la búsqueda de garantías básicas para el respeto de las libertades fundamentales y los derechos humanos. La ratificación de los Pactos de derechos humanos de las Naciones Unidas y los Protocolos vinculantes, en la que estamos empeñados ambas plataformas, es el camino más apropiado para llevar a vías de hecho estas aspiraciones.


Mesa Coordinadora de Nuevo País

Promotores de Consenso Cívico

jueves, 4 de noviembre de 2010

Carta a Catherine Ashton: Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea

La Habana, 3 de noviembre de 2010

 

 

Catherine Ashton

Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea

 

Distinguida Sra. Ashton:

 

Nos dirigimos a Ud. en una ocasión compleja, difícil y peligrosa para la sociedad cubana. Compleja porque la sintonización de nuestra sociedad con la sociedad global se está produciendo en medio de obstáculos estructurales inmensos; difícil porque las resistencias psicológicas y políticas del gobierno siguen desafiando la evolución de la misma sociedad, y peligrosa porque las respuestas y reacciones de las autoridades a las demandas sociales, políticas y de derechos humanos de los cubanos pueden conducirnos tanto a la precariedad endémica de la nación como a un conflicto civil.

 

Un gobierno atrapado en 1960 persiste en dominar a una sociedad cuya evolución fundamental la sitúa en el año 2000, en medio de un mundo globalizado que ya va dejando atrás la primera década del siglo XXI. Este retardo histórico del gobierno respecto de su propia sociedad y del mundo continúa generando hechos realmente preocupantes para nuestra sociedad y nuestra convivencia. 

 

Las golpizas a mujeres ancianas y otros activistas afrocubanos, la represión brutal y medieval a las manifestaciones pacíficas de las últimas semanas en la zona oriental del país, la persistencia en impedir las reuniones y los debates pacíficos dentro de la sociedad civil, sumado a las amenazas y detenciones de activistas que insisten en ejercer sus derechos, siguen describiendo el círculo poco virtuoso e inútil a través del cual el gobierno intenta recuperar la legitimidad que las aspiraciones, expectativas y prácticas de sus ciudadanos le niegan cotidianamente. Un gobierno que se defiende de las ideas con los instrumentos y políticas que todos los gobiernos emplean para defenderse de la violencia. 

 

Consenso Cívico y Nuevo País, plataformas cívicas y política respectivamente, quieren llamar su atención y la de la Unión Europea en este particular contexto político, pero en un sentido estratégico.

 

Con independencia del debate esencialmente plural al interior de estas plataformas, fundamentalmente en torno a la Posición Común de la Unión Europea, coincidimos en que una estrategia acertada con Cuba pasa por definir una Política Común que fortalezca la interlocución con todos los actores de la sociedad civil y política cubana, eleve su reconocimiento frente a, y dentro de, la comunidad internacional, y establezca redes concretas y efectivas de cooperación que potencien su capacidad de intercambio e interacción con los ciudadanos y al interior de la sociedad civil misma.

 

Una Política Común así definida conecta más con la dirección en la que se mueve la sociedad cubana, y con los escenarios reales de la sociedad civil autónoma e independiente donde, hoy por hoy, se produce la mayor circulación de personas, bienes, concepciones, ideas e intercambios.

 

Consideramos que este es el mejor enfoque estratégico al dilema de inadaptabilidad del régimen cubano. Un dilema que los lleva a un triple desafío: el desafío a sus propias leyes y a su propia constitución,   ―desafío que le está convirtiendo en un Estado forzudo e ilegal frente a sus propios ciudadanos―; el desafío a sus compromisos internacionales, en franca burla de la voluntad expresada con la firma de los Pactos internacionales de derechos humanos, y el desafío a su exclusiva responsabilidad con sus propios fracasos, que insisten en descargar sobre la sociedad cubana excluyéndola, al mismo tiempo, de su derecho a resolver los problemas que sufre y de la que no es la principal responsable.  

 

Tal enfoque estaría en congruencia práctica tanto con la promoción de los derechos fundamentales como con el diálogo hacia el gobierno cubano.

 

Con el testimonio de nuestra más alta consideración,

 

Mesa Coordinadora                                                                    Promotores

Proyecto Nuevo País                                                                  Consenso Cívico


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Reprimen 2do encuentro académico organizado por Consenso Cívico

por Dr. Darsi Ferrer

 

31 de octubre de 2010
 

 

La Habana. La policía política del régimen de la Habana impidió, el pasado 29 de octubre de 2010, la celebración del segundo encuentro académico convocado en el marco de la iniciativa independiente Consenso Cívico. Para el desarrollo del evento se había planificado una conferencia sobre los pactos de derechos humanos de las Naciones Unidas, seguida de un debate del tema abierto a todos los presentes. En dicha actividad estaban invitados a participar el abogado Wilfredo Vallín, como conferencista, y una treintena de miembros de la sociedad civil, además de algunos diplomáticos acreditados en Cuba.

 

Desde horas tempranas del citado día la seguridad del estado montó un operativo con decenas de efectivos vestidos de civil y el apoyo de varios carros patrulleros, apostados en las cercanías de la sede donde se iba a realizar el evento académico; la casa de la Sra. Aida Valdés Santana, sita en Neptuno 1055, en el barrio Cayo Hueso, municipio Centro Habana.

 

Con total impunidad y desprecio por las libertades y derechos de los cubanos, el proceder de los militares consistió en detener a todas las personas que transitaban por la barriada, exigirles identificación y a los miembros de la sociedad civil les ordenaban que retornaran y se alejaran del lugar, sin más explicación.

Como en ocasiones anteriores, a mí no me molestaron y pude llegar al sitio de la actividad sin ningún contratiempo. Igual situación presentó el abogado René López y dos funcionarios de la Oficina de Intereses de los EEUU, que respondieron a la invitación de Consenso con su presencia. Desde el balcón del inmueble pudimos observar la arbitrariedad de los oficiales de la seguridad del estado, hostigando a decenas de personas que circulaban por la calle y a los amigos convocados al encuentro. 

 

A los militares el guión represivo les funcionó hasta que se toparon con los líderes dentro de la sociedad política y de la sociedad civil Manuel Cuesta Morúa, Leonardo Calvo Cárdenas y Juan Antonio Madrazo Luna. Estos exigieron las razones por las que les pretendían prohibir la asistencia a la actividad académica. Situación que se complicó aún más cuando bajé y juntos reclamamos respeto a nuestro derecho de reunirnos libremente. La Sra. Aida Valdés también se sumó al grupo, en protesta ante la injustificada arbitrariedad.

 

Los agentes de la seguridad del estado optaron por arrestarnos, con excepción de la Sra. Valdés, y conducirnos para la cuarta unidad de la policía en el Cerro. Allí nos encerraron en calabozos y, en mi caso, fui interrogado por dos oficiales que, además de hacer uso de la acostumbrada prepotencia, descalificaciones y faltas de respeto, reiteraron la amenaza de que no permitirán ninguna reunión de miembros de la sociedad civil y que debo prepararme para recibir una respuesta contundente si me atrevo a desobedecer la explícita advertencia. Horas después, a los cuatro de la tarde, nos dejaron en libertad.
 

Es adecuado resaltar que Cuba disfruta de su condición de miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y que el gobierno cubano firmó los Pactos de Derechos Políticos y Civiles; y Económicos, Sociales y Culturales el 28 de febrero de 2008. Esos documentos eran los mismos que pretendíamos debatir en el encuentro académico, motivo por el que terminamos siendo arrestados y vejados nuestros derechos y garantías ciudadanas.